En Can Duran, nuestro equipo se embarcó en la emocionante tarea de transformar la cocina de verano de una vivienda familiar. Los clientes buscaban un espacio lleno de vida que reflejara el estilo mediterráneo, utilizando materiales cálidos, colores vibrantes y texturas naturales.

Crear una cocina funcional y estéticamente atractiva con vistas al jardín y la piscina. Debíamos asegurarnos de que los materiales fueran resistentes, sin sacrificar el encanto y la calidez que buscaban los clientes.

Diseñamos una cocina a medida que combinaba a la perfección la funcionalidad con el estilo. La paleta de colores se basó en tonos tierra y azules, creando una atmósfera acogedora y relajante. Se utilizaron materiales como la piedra natural, la madera y el terrazo para aportar textura y calidez al espacio.

La cocina renovada se convirtió en el corazón del jardín, un lugar perfecto para disfrutar de comidas al aire libre con familiares y amigos. Los clientes quedaron encantados con el resultado final, que superó con creces sus expectativas.