Rescatando la esencia original. La reforma comienza con un meticuloso trabajo de recuperación de los elementos originales de la vivienda conservando la pátina del tiempo y la autenticidad del espacio.

Un diálogo entre tradición y modernidad. El diseño interior apuesta por un diálogo armonioso entre la tradición y la modernidad. Se integran elementos contemporáneos como muebles de líneas sencillas, lámparas de diseño y materiales innovadores, creando un contraste elegante y sofisticado.

Espacios llenos de luz. La luz natural juega un papel fundamental en el proyecto. Se amplían las ventanas y se crean nuevos vanos para que la luz inunde cada rincón de la casa, creando una atmósfera diáfana y acogedora.

Funcionalidad y confort. La distribución de la vivienda se rediseña para optimizar el espacio y mejorar la funcionalidad. Se crea una zona de día amplia y luminosa que integra la cocina, el salón y el comedor. La zona de noche se ubica en la planta superior, con dormitorios y baños confortables y privados.

Cabe destacar el diseño de la cocina. Se ha optado por una cocina oscura. Estas han ganado popularidad en los últimos años por su sofisticación, elegancia y atemporalidad. Nuestro cliente lo tenía claro, una paleta de colores y materiales oscuros, como la madera teñida y el mármol negro, en contraste con un espacio general lleno de luz y colores claros.

Un rincón repleto de tranquilidad. El resultado final es una vivienda para vivir en familia donde la tranquilidad de un ambiente cálido y acogedor nos ayuda a desconectar de la frenética jornada laboral que cada día desempeña nuestro cliente. Una vivienda que aúna el encanto del pasado con las comodidades del presente, creando un espacio único y lleno de personalidad.